Questo fine settimana sono stata a Barcellona, quella che io considero la mia seconda casa perché é stata la cittá in cui ho vissuto molti anni, prima di approdare a Maiorca, e dove avevo deciso di ricominciare una vita nuova. Quel periodo é stato uno dei periodi piú belli della mia vita, dove ho conosciuto molti amici veri con i quali, nonostante le distanze, mantengo ancora contatto, incontrato persone fantastiche ed inspiratrici, ho ottenuto enormi soddisfazioni professionali e sicuramente tutto ció mi ha permesso di crescere e maturare anche a livello personale, tanto da capire che forse la grande cittá e tutta l'energia che la circonda ed i continui stimoli che suppone, non erano ció che avrei voluto per tutta la vita, e la principale ragione che mi ha portato, un po per scelta e un po per caso, fino qui.
Este fine de semana he estado en Barcelona, la que considero mi segunda casa porque ha sido la ciudad en la cual he vivido muchos años antes de llegar a Mallorca y donde había decidido empezar una vida nueva. Estos años viviendo allí han sido unos de los más bellos de mi vida porque he conocido a muchos amigos verdaderos con los cuales sigo en contacto no obstante las distancias, he conocido personas fantasticas e inspiradoras, he obtenido enormes satisfacciones profesionales y seguramente todo esto me ha permitido crecer y madurar también a nivel personal, tanto que entendí que probablemente la gran ciudad y toda la energía que la envuelve con sus estimulos, no eran lo que quería para toda la vida, y la principal razon que me ha llevado, un poco por elección y un poco por casualidad, hasta aqui.
Maiorca la considero il mio ritiro spirituale, dove mi sono rifugiata per cercare e ritrovare me stessa lontano dal caos e dal frenetico vivere della cittá dove negli ultimi anni mi ero persa.
Ora peró che ho trovato il mio equilibrio in quest"isola della calma", adoro ritornare a Barcellona e percepire la sua eleganza e la sua spiccata internazionalitá in ogni angolo. Questa é una delle ragioni per cui molte volte ne sento la mancanza, per le sue infinite possibilitá, lo scambio culturale che propone e soprattutto perché lí ho ancora degli amici speciali con i quali cresco ogni volta che mi confronto con loro.
Mallorca la considero como mi retiro espiritual donde me he refugiado para buscar y encontrarme a mi misma, lejos del caos y de la frenesí del vivir en la ciudad donde en los últimos años me había perdido
Ahora pero que he encontrado mi equilibrio en esta "isla de la calma", me encanta volver a Barcelona y percibir su elegancia y su evidente internacionalidad en cada esquina. Esta es una de las razones por las cuales muchas veces la echo de menos, por sus infinitas posibilidad el intercambio cultural que propone y sobre todo porque allí tengo todavía mis amigos con los cuales crezco cada vez que me confronto con ellos.
Quando arrivo in cittá e ripercorro le strade ed i vicoli in cui sono passata mille volte rinascono emozioni e sensazioni che sembrano non si siano mai assopite. Il suo affollamento, i mille odori mischiati con quelli della gente che passa ed il rumore incessante del traffico, riaccendono inevitabilmente i sensi. Barcellona é fatta di forti sensazioni, di movimento, di gioie, di allegrie, incomprensioni e di energie consumate...tutto assieme mescolando emozioni contrastanti.
Cuando llego en la ciudad y camino por las calles en las cuales he pasado mil veces renacen en mi emociones y sensaciones que parecía dormidas. La multitud, los olores mezclados con los de la gente que pasa y el ruido del incesante trafico, encienden inevitablemente los sentidos. Barcelona es fuertes sensaciones, es movimiento, disfrute, alegría,malentendidos y energías consumidas..todo junto mezclando emociones contradictorias
Avevo scelto Barcellona come cittá, dopo aver provato per qualche tempo Madrid, perché pensavo non sarei riuscita a stare lontano dal mare (nonostante curiosamente io venga da una cittá piú vicina alle montagne che al mare!). Fu come se inconsciamente avessi giá capito che non potevo vivere lontano dai colori e dai profumi del Mediterraneo. E non mi sbagliavo. Ora sono qui, in un isola quasi al centro di questo grande mare che unisce tanti paesi sotto la stessa cultura e so che non potrei essere da nessun'altra parte.
Había elegido Barcelona como ciudad, después de haber probado por un tiempo Madrid, porqué pensaba que no hubiera podido vivir lejos del mar (y esto que yo vengo de una ciudad que está más cerca de la montaña que del mar!). Fue como si, en el subconsciente, hubiera ya entendido que no podía vivir lejos de los colores y los perfumes del Mediterráneo. Y no me equivocaba. Ahora estoy aquí, en una isla casi en el centro de este grande mar que une muchos Países bajo la misma cultura, y sé que no podría estar en ningún otro lugar al mundo.
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